La mayoría de veces somos los propietarios los que buscamos ideas para hacer nuevas comidas para nosotros mismos y pensar en comer todos los días la misma comida nos aburre sólo el hecho de pensarlo.

Nuestras mascotas se acostumbran a comer su pienso, aunque sea siempre el mismo, y no se cansan. Algunas veces si puede ser necesario cambiar la alimentación, ya sea porque tenemos algún problema orgánico (reacciones alérgicas o intolerancias al alimento), porque, por ejemplo hayan dejado de fabricar el pienso que generalmente compramos y debamos de cambiar o por cualquier otro motivo que nos suponga cambio de alimentación para nuestras mascotas, pero el aburrimiento no debe ser uno de esos motivos.

Recuerda que es importante siempre que haya un cambio de alimentación seguir las pautas de cambio que os indicamos generalmente en el centro.

No, los gatos y los perros aunque puedan ser amigos (o no), no tienen las mismas necesidades nutricionales ni generalmente el mismo nivel de actividad diaria.

Cuando un perro come a diario la comida para gato, tiende a engordar. La comida de gato tiene un alto nivel de proteínas y grasas, necesario para los requerimientos nutricionales de los gatos pero no para los de los perros.

La comida de los gatos para los gatos y la de los perros para los perros. Si no, nuestros perros podrían desarrollar, además de sobrepeso otras patologías como insuficiencias hepáticas o renales.

Pues lógicamente si es un cachorro si, pero si tu perro tiene más de (generalmente) 12 meses, lo ideal es que la alimentación sea la adecuada para su edad.

Recomendamos un pienso adaptado a su edad ya que los de cachorro suelen tener un índice calórico y un aporte de nutrientes elevado y diferente al de los perros “adultos”. Esto se debe a que los cachorros están en pleno crecimiento y por tanto los requerimientos nutricionales son diferentes.

No, realmente no. Por mucha creencia que se tenga sobre que los perros tendrán unos dientes más fuertes y sanos si muerden huesos, la realidad es que los huesos pueden ocasionar graves problemas en nuestras mascotas. Desde que un hueso se astille en el paladar provocando fuerte dolor hasta que una astilla se clave en el intestino provocando problemas como obstrucciones, septicemias por roturas intestinales o torsiones intestinales.

Lo ideal es darle huesos elaborados específicamente para perros, podrán masticarlos sin problema, favorecerán su salud dental y no habrá peligro de nada.